miércoles, 24 de junio de 2015

Ensayo:
               Las Relaciones Amorosas en la adolescencia:
En la adolescencia las relaciones familiares y las relaciones con los amigos sufren transformaciones.Una de dichas transformaciones se centra en la consolidación de las relaciones de tipo romántico , en las cuales se introducen nuevos elementos como la intimidad y la sexualidad y se mantienen otros como el cuidado , la protección y la responsabilidad . 
durante la adolescencia y la adultez las parejas románticas pueden ser concebidas como figuras de apego y que dos de los componentes fundamentales de estas relaciones es precisamente el cuidado y la protección. Estas relaciones también son importantes en la socialización , la formación de la intimidad y la identidad . 
 
 Otra de las características de los adolescentes es que  sus relaciones amorosas son cortas , los adolescentes suelen ver a las relaciones románticas como un factor de estatus , sin embargo , al comprender que satisface necesidades emocionales , y no tanto sexuales ,  en ocasiones suelen prolongarlas. Un punto de gran importancia en esta etapa de la vida se pasa de ser un receptor de cuidado y atención por parte de los padres a poseer el potencial de brindar este cuidado a otros . Esto nos permite ver cómo,los adolescentes buscan compañía , aprecio y aceptación , sin embargo , puede ocurrir el apego y comienzan a tener fantasías que pueden producir lapsos de depresión y enojo que frustran la confianza del adolescente y lo hacen aislarse
 
 
La dependencia en las relaciones románticas produce daños físicos y emocionales , estas personas creen que amar es poseer u ofrecerle todo, justificando las conductas de la pareja de manera idealizada y suelen tener celos irreales ante la ansiedad de perderle El hecho de involucrase en relaciones románticas provee a los adolescentes de contextos en los cuales la sexualidad y la intimidad son abordadas convirtiéndose en un punto central para el desarrollo de la identidad del adolescente. 
 
 En ocasiones, los adolescentes, sobre todo las chicas, establecen relaciones sentimentales inadecuadas con chicos controladores, dominantes, que ejercen una violencia no necesariamente física, pero sí psicológica, que exigen relaciones cerradas, exclusivas, intentando cortar los lazos con amigas o amigos, incluso con los padres o familiares, erigiéndose en el objetivo de todo el afecto de que es capaz la adolescente. Esta situación conduce al sometimiento en todos los sentidos. Normalmente, la exigencia es progresiva, pero, poco a poco, el círculo se va cerrando sobre todos los aspectos de la vida cotidiana. Las peticiones se convierten en prohibiciones: “no te vistas así”, “no te pintes”, “no salgas con nadie, solo conmigo”, “has mirado a otro”, etc., estableciéndose una relación de sometimiento asfixiante que puede, incluso, llegar a forzar relaciones sexuales no deseadas. La adolescente tiene sentimientos encontrados; por un lado se siente anulada, un objeto al servicio de la satisfacción y el bienestar de la pareja, pero, sorprendentemente, vive estas exigencias como una muestra de amor, interés y cuidado, y precisamente son estos sentimientos ambivalentes los que la mantienen atada a esta relación, impidiéndole valorar de forma objetiva el maltrato y la violencia que esto supone.